Tengo formación veterinaria, y además no soy precisamente una persona crédula o confiada. Por eso cuando empecé a hacer cursos de comportamiento felino, el tema de las Flores de Bach no me interesaba en absoluto y también lo criticaba por alejarse de la ciencia.
La cuestión es que sí soy flexible, y la cosa puede cambiar cuando la fuente de la que procede la información es una persona honesta, respetuosa y veo que habla con conocimiento de causa. Y eso fue lo que pasó cuando oí hablar a Laura Trillo (de Terapia Felina www.terapiafelina.com) de las Flores de Bach y su uso en gatos. Me picó la curiosidad que me llevó a hacer el curso que ella imparte y lo cierto es que a pesar de que mi mente racional no lo puede explicar, FUNCIONAN.
Las uso como complemento, como canalizador y facilitador en situaciones que pueden estar afectando a nuestros compañeros con bigotes… pero ¡ojo! No son medicinas y no sustituyen al veterinario. Y por supuesto no hacen milagros.
Durante mucho tiempo he intentado buscar mi sitio entre la ciencia más estricta o la intuición, la espiritualidad y las emociones… y siempre me he sentido un poco culpable por no ser capaz de decantarme por ninguna en concreto…La buena noticia es ésta: estoy en el medio y me siento orgullosa de ello, todas las posturas tienen algo de razón y yo soy capaz de comprenderlas.
Si estás interesado en usar Flores de Bach en tus compañeros de vida felinos porque crees que puede ayudarles pregúntame y estaré encantada de comentarlo contigo.